Nuevas teorías sobre el orgasmo femenino, Diego Sánchez Aguilar, Balduque, 2016, 157 págs., 12€.
Destila
ironía desde su título el primer y excelente libro de relatos del cartagenero
Diego Sánchez Aguilar. El nombre del volumen, que despista apuntando a un
acercamiento científico al goce femenino, ya nos muestra dos de sus rasgos
fundamentales: el erotismo y la ya citada ironía. Retrata en sus páginas
personajes cercanos, que pululan por una España contemporánea envuelta en la
crisis económica, y que podríamos identificar perfectamente con personas reales
que todos conocemos. Sánchez Aguilar no se une a esa tradición de literatura
erótica de ambientación refinada y exótica, sino que retrata las pulsiones
íntimas de personajes carnales y cotidianos.
Aunque las narraciones están repletas de descripciones de encuentros sexuales y
de actos onanistas, el autor las retrata con naturalidad y sin emplear esas
metáforas y esa terminología tan desgastada propia de la literatura erótica más
casposa. Porque el objetivo último de Nuevas teorías sobre el
orgasmo femenino no es excitar al lector con relatos pornográficos
inanes protagonizados por atletas sexuales de apariencia inverosímil, sino
ofrecer un catálogo de los comportamientos eróticos de nuestros semejantes.
Mención aparte merece el feroz análisis de las podredumbres de una clase media
española adocenada e incapaz de salirse de los parámetros sociales que aparece
de manera sutil a lo largo de todo el libro. En algunas ocasiones emplea el
llamativo recurso de la nota al pie de página y un narrador alejado de los
personajes para explicar, de manera sarcástica, los comportamientos de los
protagonistas de los relatos.
Si el erotismo y la ironía, que a veces deviene en sarcasmo, otorgan
homogeneidad al libro, la variedad la aportan los distintos personajes que
convierten el volumen en un verdadero catálogo de la clase media española de
entre treinta y cuarenta y tantos años. Cada uno de ellos tiene una manera muy
diferente de afrontar el sexo, que va desde la inapetencia a la obsesión,
pasando por varias formas de infidelidad. Hombres y mujeres; casados y
solteros; exitosos y perdedores; los personajes de Nuevas teorías sobre el
orgasmo femenino pugnan por satisfacer sus deseos o por mitigar sus
inseguridades.
El volumen comienza con “Comida de empresa”, una afilada descripción de esas
relaciones lúbricas que surgen a menudo entre compañeros de trabajo
desinhibidos gracias al alcohol y a un contexto diferente y más festivo que el
laboral. Sánchez Aguilar corona con una acertada elipsis un relato en el que un
hombre casado flirtea, ante la complicidad de su beodo amigo, con una compañera
de trabajo más joven. Otro espacio en el que se permite el desenfreno erótico
de nuestra clase media es el resort caribeño. Allí viaja la protagonista de “Cuba”,
en el único relato en el que la preocupación es la inapetencia sexual. En
“Gemidos”, el protagonista es un solitario y virgen cuarentón obsesionado por
la artista que sube a diario vídeos en los que se la oye teniendo un orgasmo.
La infidelidad es el eje de “Injusticia” y “Anunciación de María”; en el
primero de los casos llevado a cabo con un antiguo novio y en el segundo
sospechado en la esposa. En este relato también se pone en juego el voyeurismo,
que vuelve a aparecer en “Vecinos”, donde encontramos a una mojigata pareja
abrumada por el sonido del goce de la pareja que vive encima, y en “El
perfume”, donde un fotógrafo con ínfulas de artista emplea en su trabajo las
grabaciones de sus encuentros sexuales.
Reseña publicada en El Noroeste.
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