viernes, 22 de junio de 2018

Si sale cara - Rubén J. Triguero



Si sale cara, Rubén J. Triguero, Boria, 2018, 144 págs., 15€.

Hasta hace unos años se hablaba mucho de la “crisis de los 40”; con este término se hacía referencia a la supuesta decadencia física que las personas vivimos cuando encaramos esa década. Afortunadamente, la actitud de los “cuarentones” ha cambiado mucho en los últimos tiempos y las personas de esta edad suelen llevar una vida tan activa como los veinteañeros. Sin embargo, sí que se mantiene, aunque no quizás a esa edad concreta, la parte existencial de esa crisis. Me refiero a ese momento en el que las esperanzas e ilusiones de la juventud chocan con la realidad más prosaica y con la rutina diaria. Sobre este tema versan los tres primeros cuentos de Si sale cara, el primer libro publicado por Rubén J. Triguero.
Se trata de tres relatos muy diferentes pero que comparten el desasosiego que aborda a tres hombres de mediana edad al constatar que sus proyectos vitales no han podido ser llevados a cabo. En “El viento que azota las copas de los árboles”, una mujer le echa en cara a su marido que su empeño por centrarse en una carrera literaria que no termina de arrancar está provocando que la situación económica familiar sea insostenible. Mientras, la hija de ambos juega despreocupada en el parque donde sus padres discuten en una escena que acabará centrando la atención del texto. Otra difícil situación familiar es la que vive el protagonista de “Estación lejano paraíso”. En este relato encontramos una minuciosa descripción, quizás demasiado, de la triste jornada laboral de un hombre que odia su trabajo casi tanto como a su hija adolescente y a su mujer. El último de los cuentos de esta trilogía inicial es “Migración de aves”; en él, el desengaño de dos antiguos amigos viene determinado por la corrupción del sistema judicial en el que ambos trabajan. La actitud ante esta situación será muy distinta y mientras que el abogado no la soporta, el juez sabe aguantar e intenta convencerse de que no existe alternativa.
En los otros cuatro relatos de este libro cuya lectura va mejorando con el paso de las páginas, encontramos dos textos centrados en la relación entre un niño y su padre. De nuevo, Rubén J. Triguero nos enfrenta ante dos situaciones opuestas, ya que mientras que en “El río que se desborda” el progenitor cuida de su hijo y le protege de las críticas de los demás por el origen de su fortuna, en “Una larga espera” se relata como la esperanza de un chaval por pasar una tarde con su padre va desapareciendo.
Como podemos comprobar, la ordenación de los relatos de Si sale cara posee una lógica interna que también se observa en los dos últimos relatos. Si bien no tienen un tema común como las anteriores secciones, ambos comparten cierto tono alegórico y el hecho de que sus protagonistas se enfrenten a sus respectivos destinos. “Un dios irrevocable” es un cuento ambientado en una férrea dictadura en la que un escritor de renombre debe elegir si colaborar u oponerse al régimen. El volumen se cierra con la fábula titulada “Ízar”, nombre de un pésimo escalador que decide romper con su pasado y con la desconfianza de sus amigos ascendiendo una montaña de enorme dificultad.

Reseña publicada en El Noroeste.


martes, 12 de junio de 2018

Una noche con Sabrina Love - Pedro Mairal



Una noche con Sabrina Love, Pedro Mairal, Libros del Asteroide, 2018, 151 págs., 17€.

Pedro Mairal tuvo un improbable éxito en España con su última novela: La uruguaya (2016). Pocos podían pensar que una obra escrita por un autor argentino casi desconocido y publicado por una editorial independiente se iba a convertir en un pequeño fenómeno gracias al boca a boca de un grupo cada vez más nutrido de lectores. Sin embargo, el desparpajo y la agilidad de aquella obra ha permitido esta reedición de la ópera prima narrativa de Mairal: Una noche con Sabrina Love.
Publicada originalmente en 1998, esta novela convirtió a un joven poeta en un autor de éxito gracias al Premio Clarín y a la adaptación cinematográfica que unos años después protagonizó Cecilia Roth. El huracán mediático que sufrió Mairal durante aquellos días es relatado por el propio autor en el prólogo de esta edición con la gracia e ironía habitual en su prosa. Se trata de un texto que casi por sí mismo justifica la decisión de Libros del Asteroide de rescatar una novela que se puede entender, en algunos aspectos, como una precuela de La uruguaya, ya que ambos comparten elementos como el viaje, el protagonista masculino y la presencia de dos mujeres casi contradictorias.
Una noche con Sabrina Love se ha definido a menudo como una especie de road movie argentina, algo cierto, ya que la primera parte del libro relata la odisea que vive Daniel, el adolescente protagonista de la obra, para poder llegar hasta Buenos Aires desde la provinciana ciudad del norte del país en la que habita. Sin embargo, creo que la novela se ajusta más al Bildungsroman, género literario que se centra en el proceso de aprendizaje de un joven. Y es que a lo largo de la historia, que no se alarga más allá de unos pocos días en la vida de este joven huérfano y obsesionado con el sexo, Martín sale por primera vez a la vida y conoce, tanto en la carretera como en la capital, a un grupo variado de mujeres y hombres que le van enseñando su forma de entender el mundo en conversaciones en las que el protagonista suele escuchar más que hablar.
El libro tiene un planteamiento inicial sorprendente y un tanto delirante: Martín gana un sorteo televisivo que le permitirá pasar una noche con la actriz porno del momento: Sabrina Love. Pero para poder hacer realidad esta fantasía, el joven tendrá que solventar varias dificultades que irán jalonando su camino. La primera y más importante es poder llegar a Buenos Aires a tiempo para recibir su premio a pesar de las inundaciones que han aislado su ciudad natal y de los escasos recursos económicos del joven. Además, Daniel tendrá que enfrentarse a sus inseguridades y miedos ante la noche con Sabrina, ya que será su primera experiencia sexual.
La narración posee la agilidad que ya encontrábamos en La uruguaya, aunque aquí en ocasiones se eche en falta cierto reposo al sucederse de manera vertiginosa las escenas. También destaca por la ternura con la que se retrata a Daniel, que, a pesar de momentos tan duros como algunos ataques en la ruta y el recuerdo vívido de la muerte de sus padres en un accidente de tráfico, consigue sobreponerse gracias a esa inocencia que acaba incluso siendo su mayor atractivo para las mujeres que conoce y para los lectores.

Reseña publicada en El Noroeste: