Sara y el tigre amnésico, Álex R. Bruce, Boria, 2019, 232 págs., 15€.
Algunos escritores alcanzan algo tan extraño en la literatura como impactante: el éxito comercial. Cada año miles de autores en todo el mundo publican libros y sólo unos pocos dan con esa escondida llave que les abre la puerta del dinero y las cifras millonarias de lectores. Es lo que le sucedió, por ejemplo, a J. K. Rowling, una desconocida británica que pasó en poco tiempo del anonimato a la fama mundial gracias a los libros protagonizados por Harry Potter. Algo similar, aunque a menor escala que a Rowling, es lo que le ocurre a Sara, la protagonista de este libro de Álex R. Bruce en el que el éxito de una ópera prima es el punto de partida de la historia.
Y es que Sara es una maestra valenciana que escribe un relato infantil inspirado en su sobrino y que pese a su título poco llamativo, José Luis y la bombilla, ha tenido un gran éxito. A la autora, que se encuentra en una situación personal bastante triste debido a que ha sido abandonada por su pareja, los elogios que recibe por su libro le sorprenden y no terminan de hacerla feliz, ya que se siente como una impostora. El libro se inicia cuando Sara comienza un viaje por Oriente Medio para presentar en varias ferias y encuentros su libro en una zona muy diferente culturalmente pero donde su historia también ha triunfado.
Sin embargo, las reuniones de trabajo, los actos con lectores y las recepciones en lujosos hoteles no atraen a Sara, que se irá distanciando con el paso de los días de su editor árabe, Hasan, y de su propio libro, al que su imaginación no le ofrece una segunda parte que responda a las expectativas creadas. Se ponen en juego así las veleidades de la creación literaria y los entresijos de una industria que, a pesar de buscar lectores tan inocentes como son los niños, ejerce sobre sus autores la misma presión comercial que con los escritores de novelas para adultos.
Ese desinterés de la protagonista por el futuro de su carrera literaria provoca que la trama de Sara y el tigre amnésico convierta la gira por lujosas y exóticas ciudades situadas en el medio del desierto en un mero telón de fondo y ponga su foco en la situación sentimental de la escritora. Así, su relación con los traductores que la acompañarán en su periplo árabe, la enigmática Rasha y el cambiante Miguel, pasa pronto de lo profesional a lo personal. Se crea así un triángulo amoroso cuyos vértices se van acercando y alejando a la largo de toda la novela ofreciendo todas las opciones posibles.
Bruce acierta al dosificar la información que tanto el lector como la protagonista van teniendo de los hechos y de las intenciones del resto de personajes. Esto provoca que compartamos el continuo estado de sorpresa en el que vive Sara toda la gira debido tanto al errático comportamiento de Rasha y de Miguel, cuyas verdaderas intenciones nunca quedan claras, como de las extrañas situaciones que vive a lo largo del libro. Sara y el tigre amnésico es, en definitiva, un libro con múltiples giros argumentales en el que el erotismo y la fantasía tienen mucha importancia.
Reseña publicada en El Noroeste.