lunes, 29 de diciembre de 2014

La pandilla de Asakusa - Yasunari Kawabata



La pandilla de Asakusa, Yasunari Kawabata, Seix Barral, 2014 (1930), 285 págs., 19€.

Si algo se nos debe exigir a los críticos literarios es que seamos buenos lectores. Buenos en el sentido de curiosos, pero también en el de perspicaces ante los libros que vamos a reseñar. Los que escribimos este tipo de comentarios no somos más que guías que, gracias a nuestra experiencia o formación, podemos orientar al resto de lectores para elegir y para acercarse correctamente a una obra literaria. Y para ello, para ayudar a futuros receptores del libro reseñado, debemos ser francos y señalar aciertos y errores que, desde nuestro punto de vista siempre subjetivo, haya cometido el autor. Lo que no es tan habitual es que en las reseñas aparezcan las equivocaciones del propio crítico, que se suele erigir como un especialista infalible con un criterio sólido e incuestionable. Pues bien, esta crítica de La pandilla de Asakusa será una excepción ya que desgranaré los errores que he cometido en su recepción para intentar que el lector que se decida a seguir mis pasos no los cometa.
El primer error de mi experiencia lectora ha sido provocado por la etiqueta genérica del libro; al empezar a leer, creía que me iba a enfrentar a una novela al uso, es decir, con una trama y unos personajes centrales cuya historia se desarrollara en Asakusa, el populoso barrio de Tokio al que hace referencia el título. Sin embargo, pronto me he dado cuenta de que Kawabata construye el libro como una serie de fragmentos inconexos en el que van apareciendo y desapareciendo personajes relacionados entre sí pero cuyas historias apenas aparecen apuntadas de manera impresionista. Se trata de un tipo de escritura propia del Modernismo occidental que el futuro premio Nobel japonés adapta a su lengua.
La frustración por la ausencia de esa trama sólida y estructurada que iba buscando se ha acrecentado por no hallar tampoco un protagonista. Al principio creía que el narrador, un trasunto del propio Kawabata, iba a ser el eje del relato, pero sólo ejerce de notario de los hechos que se suceden en el barrio y del que él es más testigo que protagonista. Después creí que sería ese personaje colectivo que adelanta el título el que se situaría en el foco de la narración; sin embargo, ninguno de los vagabundos, bailarinas, geishas, pequeños rateros, proxenetas ni prostitutas que pululan por el libro adquieren centralidad en toda la obra. Ni siquiera Yumiko, la joven que ocupa varias páginas en la parte central del libro en un episodio entre sórdido y romántico, atrae por mucho tiempo la atención del narrador. El barrio de Asakusa es el único protagonista.
La última equivocación que espero que evite el futuro lector de tiene que ver con mis prejuicios sobre Japón. Esperaba una obra sobre la delicada belleza de las mujeres niponas, sobre su tradición milenaria y filosofía oriental. Sin embargo, Kawabata retrata el barrio menos japonés de Tokio, o, al menos, el que en aquellos años veinte tenía una influencia más palpable de Occidente. En el centro de Asakusa se erige un templo budista, sí, pero sus alrededores es un hervidero de teatros, cabarets, restaurantes y de parques atestados de mendigos en donde los miembros de la pandilla realizan sus pillerías.
Espero que estas directrices sirvan a todos aquellos que se acerquen a la interesante obra de Yasunari Kawabata.  

Esta reseña se publicó en El Noroeste


domingo, 21 de diciembre de 2014

"El hombre del lago" - Arnaldur Indridason


El hombre del lago, Arnaldur Indridason, RBA, 2004, 349 págs., 10€. 

Es de recibo reconocerle el mérito al escritor islandés Arnaldur Indridason. Ha logrado ser uno de los escritores europeos de novela negra más leídos de la actualidad situando sus historias en el país con la tasa de criminalidad más baja del continente: Islandia. Incluso en un lugar tan tranquilo y donde es la voluble naturaleza a la que temen sus ciudadanos existen crímenes como el que Indridason narra en El hombre de lago

Esta obra es una nueva entrega de la serie protagonizada por el inspector Erlendur Sveinson, que aglutina muchos de los tópicos que se asocian a los investigadores policiales: es concienzudo, solitario, obsesionado con su trabajo y con una vida personal deshecha. Los problemas de Erlendur con su hija drogadicta y la búsqueda infructuosa de su hermano, que desapareció siendo ambos niños, tienen casi tanta importancia como el caso principal de la novela, alejándose así del maniqueísmo del que adolecen muchas obras de este género. 

El caso al que nos referimos se inicia con el descubrimiento de un cadáver arrojado décadas atrás a un lago islandés. Desde ese punto de partida, Indridason narra la minuciosa y lenta investigación que llevan a cabo Erlendur y su equipo para descubrir quién es el asesino, pero también la misteriosa identidad de la víctima. Esta narración se mezcla con la historia de unos estudiantes islandeses en la Alemania comunista de los años cincuenta. Poco a poco ambas tramas, el presente islandés de la investigación y el pasado de la opresiva vida de los universitarios en Leipzig, se irán acercando para conocer el misterio del hombre del lago. 

Este uso de dos historias paralelas que van confluyendo y la profundidad de los personajes principales, especialmente el taciturno detective Erlendur y Tomas, el idealista estudiante islandés que choca con la realidad de la Alemania comunista, hacen que esta obra guste tanto a los aficionados a la novela negra como aquellos que buscan una historia bien escrita. 

domingo, 14 de diciembre de 2014

Intento de escapada - Miguel Ángel Hernández



Intento de escapada, Miguel Ángel Hernández Navarro, Anagrama, 2013, 248 págs., 16€.

Introducir en una novela numerosas reflexiones teóricas sobre cualquier campo suele ser peligroso. Es cierto que una de las características del discurso postmoderno es su tendencia a la mezcla de materiales de distinta índole, y que una parte importante de la narrativa actual se siente cómoda mezclando el relato con el ensayo. Sin embargo, esa tendencia a lo reflexivo ha de ser equilibrada y no dejar nunca en un segundo plano a la trama.

Esto es lo que ocurre en Intento de escapada, la primera novela del escritor murciano Miguel Ángel Hernández. En sus páginas son habituales las meditaciones del narrador, que es el protagonista,  sobre el arte contemporáneo, pero están siempre justificadas porque este tema es central en la trama y sus límites son los que pone en juego el autor en la historia protagonizada por Marcos y el transgresor artista Jacobo Montes.

Intento de escapada tiene mucho del género tradicional conocido como Bildungsroman o novela de aprendizaje, en la que acompañábamos a un joven durante los años en los que se forma y descubre la vida. El ejemplo paradigmático de este tipo de obra sería el Lazarillo de Tormes, con la que podríamos encontrar algunos paralelismos en el caso de la novela de Hernández que nos ocupa. Marcos, al igual que Lázaro, va a narrar desde la distancia y la madurez una serie de hechos que lo marcaron en su juventud. Si el protagonista de la novela anónima aprende a base de golpes a valerse por sí mismo y a espabilarse, el joven estudiante de Bellas artes que protagoniza Intento de escapada se enfrenta, en los meses que dura la historia, a una serie de pruebas que lo harán madurar de golpe y aprender aquello que no está en los libros. También vive su primera experiencia amorosa con Helena, una profesora a la que idolatra y que le mostrará con el paso de las páginas su verdadera cara. La brutal didáctica del ciego del Lazarillo estará encarnada aquí por Jacobo Montes, el magnético y cínico artista al que Marcos ayudará a realizar una instalación sobre la inmigración.

Con forme la preparación de ésta va avanzando y va adquiriendo peligrosidad y un cariz cada vez más inmoral, Marcos, un teórico al que nunca le ha interesado ser artista, se irá interrogando sobre los límites del arte y su implicación en la instalación mediante esas reflexiones teóricas a las que hacíamos referencia antes. El extraño triángulo que forman los protagonistas aparece acompañado por otros personajes como Navarro, un disoluto profesor que odia a Helena y a Montes, o Sonia, la única amiga del solitario Marcos. Estos secundarios aparecen más desdibujados que el trío principal y algunas de las tramas que protagonizan, la muerte del padre de Sonia, son quizás lo más prescindible del libro.

De todas formas, el conjunto configura una obra solvente y muy sólida para tratarse de un debut en la narrativa extensa. Intento de escapada es una novela sobre las contradicciones del mundo del arte contemporáneo, que esgrime a veces una justificación ética para llevar al límite al espectador y sacar un rédito económico mayor. Pero, sobre todo, la novela es un relato sobre un chico inseguro que se da de bruces con una realidad que sus libros no han sido capaces de contarle. 


Reseña publicada en El Noroeste



martes, 9 de diciembre de 2014

Honestidad brutal o la huida hacia delante de Andrés Calamaro - Darío Manrique


Honestidad brutal o la huida hacia delante de Andrés Calamaro, Darío Manrique, Lengua de Trapo, 167 págs, 2014, 16€. 

Los libros sobre música moderna tienen una gran tradición en países como Inglaterra, donde la vida y la obra de los artistas de rock ha sido escudriñada desde casi cualquier perspectiva. Existen, incluso, colecciones dedicadas a a analizar discos concretos, como la que ha traído a España la editorial Libros Crudos con el nombre de 33 1/3. Siguiendo esta línea, Lengua de trapo ha apostado por este tipo de volúmenes y, con obras sobre músicos nacionales tan heterogéneos como Nacho Vegas, Kortatu o Enrique Morente, desde hace unos años mantiene la colección Cara B. 

El último de estos libros publicado ha sido el de Darío Manrique sobre Honestidad Brutal,  disco doble que Andrés Calamaro lanzó en 1999. La obra sigue las pautas de este tipo de escritos, que mezclan análisis de las canciones con la narración de los avatares que rodearon su grabación. En el caso del libro de Manrique, echamos en falta algo más de profundidad en las disquisiciones sobre la letra y la música de los treinta y siete temas del disco, cuyo análisis se solventa casi siempre con unas pocas líneas sobre lo más destacado del tema. 

Seguramente el autor sacrifica esa mayor profundidad, que sí encontramos en los volúmenes publicados por Discos Crudos, en beneficio de la creación de un libro ameno y de ágil lectura. A pesar de que el volumen supera las ciento sesenta páginas, la obra se lee con mucha rapidez, en parte gracias a que Manrique acierta con el ritmo de la narración de la laberíntica grabación del disco. Acompañamos a Calamaro, gracias a testimonios de primera mano de músicos, productores, periodistas y del propio cantante, por los distintos estudios, caseros o profesionales, de Argentina, Madrid o Estados Unidos, en los que se va gestando el doble LP. 

Esta narración cronológica de la grabación está salpicada por referencias a la turbulenta vida personal que vivía Calamaro en aquella época y que incluía una reciente y dolorosa separación y continuos excesos con las drogas. Sin embargo, en ambos casos Manrique no cae nunca en lo morboso, gracias, sobre todo, a que los amigos y colaboradores del cantante se niegan a dar detalles escabrosos. 

El libro está organizado en 37 capítulos cuyos títulos rememoran los de las canciones del disco. Se trata de una forma original de estructurar el volumen, pero que lleva al autor a escribir capítulos excesivamente breves, y con una temática que no siempre se adecua al paratexto, para lograr esa organización especular. 


Las numerosas intervenciones de otras voces distintas a la de Manrique enriquecen el libro y lo alejan del análisis solipsista para acercarlo a una visión poliédrica de Honestidad Brutal, aunque creemos que algunos de los fragmentos incluidos, como los de Thomas Frank en el capítulo 36, son prescindibles por alejarse del tema del volumen. 

En definitiva, una obra rigurosa y bien documentada dirigida a los muchos seguidores de Andrés Calamaro. 

lunes, 1 de diciembre de 2014

Los maletines - Juan Carlos Méndez Guédez



Los maletines, Juan Carlos Méndez Guédez, Siruela, 2014, 386 págs., 20€.

Donizetti tiene una esposa, una amante, una exmujer y el nombre del compositor equivocado. También tiene dos niños que mantener y un sueldo exiguo en la agencia de noticias del gobierno venezolano en la que trabaja. Y aunque Donizetti no es un valiente, la necesidad le hace aceptar una misteriosa misión que sus superiores le proponen y que consiste en llevar unos maletines a distintas ciudades de Europa a cambio de una importante cantidad de dinero.
Este es el punto de partida de la excelente novela de Juan Carlos Méndez Guédez titulada Los maletines y que nos cuenta lo que puede llegar a hacer una persona más bien gris como Donizetti cuando se ve abocada al abismo. Poco a poco el protagonista de la obra va descubriendo que los maletines forman parte de una compleja trama que mezcla espionaje, política y mucho dinero y cuyas ramificaciones ponen en peligro la vida de Donizetti y de su familia. En su huída hacia delante, el gris funcionario que decide tornar su mala suerte en fortuna estará acompañado por Manuel, un antiguo compañero de instituto con el que se reencuentra en el momento adecuado.
Frente al narrador omnisciente de la mayoría de los capítulos, otros están narrados en primera persona por Manuel, que aporta una visión personal de los hechos en los que él y su viejo colega de estudios se ven envueltos. Es éste un personaje con gran profundidad y matices; Manuel es un antiguo locutor de radio que intenta olvidar a su pareja, un hombre casado, y que muestra devoción hacia los espíritus y hacia los boxeadores. Su odio hacia el gobierno, que cerró la emisora en la que trabajaba, será el combustible perfecto para acompañar a Donizetti  en un plan para robar uno de los maletines esquivando para ello a peligrosos militares de diversas facciones.
Ambos personajes se mueven en una Caracas marcada por la violencia y la corrupción. Los tiroteos nocturnos, los secuestros exprés y los asesinatos indiscriminados acompañan la vida de Manuel y Donizetti y les empujan a huir de esa violencia extrema que convierten a Venezuela en un lugar donde “lo sospechoso (…) es estar vivo” (pág. 320). Pero, a pesar de la abrumadora tensión y de la crueldad que se esconde tras cada esquina, en Los maletines se percibe si no un optimismo, cierta aceptación de esa brutalidad que subyuga a cada habitante. Manuel llega a decir con esperanza que en Caracas “la risa era indestructible” (pág. 294).
Otro tipo de violencia, mucho menos evidente pero igual de nociva para los ciudadanos, es la que provoca la corrupción dentro del gobierno venezolano. Méndez Guédez denuncia los trapicheos de los militares, el asesinato de jueces y la manipulación mediática, pero logra no caer nunca en el panfleto político, ya que no supedita esa crítica a la trama, sino que integran a estos personajes corruptos en la historia de Donizetti y Manuel. Además, Hugo Chávez, de quien se describe el inicio de su enfermedad, aparece como un personaje lejano y en cuya honestidad muchos aún confían, creyendo que no tolera la podredumbre de su gobierno, sino que la desconoce.
 Todas estas piezas (violencia, corrupción, dos personajes desesperados) encajan perfectamente en Los maletines y la convierten en una novela a la que se le pueden encontrar muy pocos defectos.

Reseña publicada en el diario El Noroeste

miércoles, 19 de noviembre de 2014

Un viaje llamado vida - Banana Yoshimoto



Un viaje llamado vida, Banana Yoshimoto, Satori, 2014, 200 págs., 17€.

Ejerce Japón una poderosa fascinación en muchos occidentales. Sus tradiciones milenarias, la educación de su gente, su proteica cultura, su gastronomía y su tecnología cautivan a muchos europeos que idealizan el país y lo toman como un referente ético y estético. Sin embargo, la literatura de esta nación oriental no se encuentra entre las que mayor repercusión posee en España, salvo excepciones como el aclamado Murakami o el premio Nobel Yasunari Kawabata. Por ello, es encomiable la labor de la editorial asturiana Satori, que publica en exclusiva traducciones de libros japoneses, muchos de ellos recientes.
Dentro de su colección Satori Contemporánea, acaba de editarse este peculiar volumen de la exitosa escritora Banana Yoshimoto, publicado en su versión original en 2006. Esta peculiaridad a la que aludimos reside en la dificultad para ubicarlo dentro de un cauce genérico concreto, algo que, seguramente, sólo nos preocupa a los críticos literarios. Un viaje llamado vida se mueve entre el diario, la crónica de viaje y el ensayo (así es como lo define la autora en el epílogo) sin encajar en ninguno de ellos. La obra incluye una serie de reflexiones y anécdotas de Yoshimoto ordenadas temáticamente en tres secciones y escritas como a vuela pluma, con un estilo desenfadado y sin afán de trascendencia.
La primera parte del libro se centra en la temática del viaje, narrando historias o sensaciones que percibe en las visitas a países extranjeros. Varios de estos fragmentos están protagonizados por Italia, país con el que la autora posee una conexión especial y cuya vegetación, gastronomía o estilo de vida destaca frente a la japonesa. Es éste uno de los rasgos más atractivos del libro para el lector español: la visión, desde una perspectiva oriental, de la cultura europea. Lo mismo ocurre con los fragmentos sobre el país de la autora: se nos descubre un Japón alejado del cliché turístico y en el que se echa en falta la sencillez de los barrios de antaño frente a la vorágine actual de la capital tokiota.
Las otras dos secciones ofrecen una panoplia de temas relacionados con la vida de Yoshimoto, de especial interés para los seguidores de la escritora pero que, en algunas ocasiones, no despiertan la atención del lector. Hallamos en estas páginas reflexiones sobre la maternidad, sobre su estrecha relación con sus mascotas, referencias a los restaurantes a los que acude, etc. Posee el libro cierto carácter impresionista, justificado por la autora en el epílogo, que se matiza un tanto al unir textos de similar temática pero que provoca que algunas de las anécdotas contadas estén un tanto descontextualizadas o incluso repetidas. Este es el caso de la historia sobre la camiseta de Benetton que compraron Yoshimoto y una amiga en la India, que aparece contada tanto en la página 50 como en la 86.

En definitiva, Un viaje llamado vida gustará a los aficionados a la cultura japonesa que, además, se sientan atraídos por las reflexiones entre filosóficas y sentimentales de la autora. El libro está lleno de sus pensamientos y sensaciones y a veces no logra evitar cierta cursilería, lo que lastra bastante el conjunto de una obra que ofrece una visión original y desprejuiciada del Japón de comienzos del siglo XXI, pero en la que echamos de menos una mayor elaboración. 

Esta reseña apareció en el periódico El Noroeste

domingo, 2 de noviembre de 2014

Las manos - Miguel Ángel Zapata



Las manos, Miguel Ángel Zapata, Candaya, 2014, 264 págs, 16€.

A pesar de su abrumadora presencia en los medios de comunicación, apenas destacan en nuestra tradición, más allá de los siempre citados relatos de Roberto Fontanarrosa, obras literarias sobre fútbol. Sin embargo, en esta primera novela del granadino Miguel Ángel Zapata, la celebración de la victoria de España en el Mundial de 2010 actúa como la chispa inicial que prende la trama. Fabula Zapata con la posibilidad de que durante la cabalgata de los futbolistas españoles por el centro de Madrid a uno de ellos, el delantero Fernando Torres, se le escapara la copa de campeón del mundo y ésta fuera robada antes siquiera de chocar el suelo. Este inverosímil hurto provocará una historia paralela a la real en la que encontrar el preciado trofeo se convertirá en una obsesión mundial.
Es aquí cuando Las manos se convierte en una suerte de disparatada novela detectivesca, que nos llevará a seguir por todo el mundo tras la ansiada copa a un madrileño, Mario Parreño, que ha sido testigo del robo. El protagonista es una especie freak, amante del jazz y de las conversaciones con su amigo Julio en el prostíbulo de su barrio, que se toma la coincidencia de estar presente en la sustracción del trofeo como un mandato divino para que sea él el encargado de recuperarlo. La creación de este personaje es uno de los mayores aciertos del libro; sus rarezas y el hecho de vivir bastante desconectado de la vida moderna lo convierten en un digno epígono de Ignatius J. Reilly, el estrafalario protagonista de La conjura de los necios.
Tras dar con la pista del robo en los bajos fondos de la capital madrileña, Mario persigue el dorado trofeo por medio mundo, recorriendo ciudades y encadenando afortunados acercamientos con desastrosos errores que lo llevan a perderlo y a encontrarlo varias veces a lo largo del libro. Los métodos de nuestro excéntrico detective se basan en la intuición, el convencimiento de que está destinado a encontrar la copa y en el resultado de los dados que lanza cuando ha de tomar una decisión importante. Ese peculiar procedimiento investigador lo llevan a enfrentarse a situaciones para los que no está preparado pero que solventa con una mezcla de fortuna y fe ciega en sus posibilidades.
Las rarezas del protagonista, motivadas quizás por su personalidad o por el consumo continuo de ansiolíticos, parecen influir también en la narración, que se aleja a menudo de la linealidad y de la lógica. Posee el libro cierto carácter fragmentario, ya que se mezclan conversaciones, trozos de textos de diversa índole (reproducidos con tipografías distintas a la principal) o reflexiones del propio Mario. Todo ello para lograr una perspectiva parcial de la historia narrada, algo que nos lleva a dudar sobre la lógica interna de los razonamientos del protagonista y a que existan algunos vacíos en su disparatado viaje tras la copa.
Tras varios volúmenes de cuento y de microrrelato, Zapata aprueba la reválida de la novela con esta humorística y disparatada historia detectivesca protagonizada por un personaje poliédrico que se convierte en uno de los mayores logros del libro. Frente a la creación del insospechado investigador Mario Parreño, la novela adolece de cierta falta de intensidad en su parte intermedia, algo repetitiva, que sólo se remedia hacia el final.  

(Reseña publicada en El Noroeste)


lunes, 20 de octubre de 2014

La vida imposible - Eduardo Berti



La vida imposible, Eduardo Berti, Páginas de Espuma, 2014, 16€.

La lectura de un libro de microrrelatos tiene unas peculiaridades que la hacen distinta a la del resto de géneros narrativos. Al tratarse de relatos de una extensión normalmente inferior a una página, el lector tiene que entrar y salir constantemente del mundo ficcional que plantea cada historia, algo que no ocurre con las novelas o con los cuentos. A la vuelta de cada hoja nos espera una trama diferente protagonizada por personajes distintos y que nos depararán un final desconocido. Por ello se suele aconsejar que la lectura de un libro de microrrelato sea, al contrario de lo que se podría esperar, lenta y espaciada en el tiempo, o por el contrario acabaremos un tanto saturados por la cantidad de historias que se suceden en pocas páginas.
Eduardo Berti conoce bien el género y emplea un recurso muy útil para que el receptor de la obra no se canse de esa sucesión de mundos ficticios y encuentre cierta coherencia en la obra completa. El centenar escaso de microrrelatos que componen este libro giran todos en torno al concepto que adelanta el título: son historias sobre hechos improbables, personajes extraños o proezas insólitas. Así, se nos cuenta la existencia de una mariposa en la que se transforma en oruga y no al revés (“Mariposa humana”); de un hombre que no tolera de ninguna forma ir vestido (“Sin ropa”); de otro que queda embarazado aún siendo varón (“El hijo”); o  de una mujer sin ombligo (“La última mujer”).
También comparten muchas de las narraciones de La vida imposible una estructura similar que apuntala esa sensación de unidad que Berti parece buscar en la obra. El narrador comienza aludiendo a una nación o ciudad concreta (Lituania, Montecarlo, Reikiavik) donde se ha producido ese hecho singular que se explica durante el relato. En algunas ocasiones, el autor no llega a desarrollar una trama, por mínima que sea, y se limita a narrar con cierto estilo periodístico la peculiaridad del caso citado. Se trata de los relatos menos logrados de la colección, ya que el lector espera un desarrollo mayor de la historia que queda finalmente como una mera anécdota.
Entre los temas tratados en los microrrelatos del libro, siempre desde la óptica de lo extraño, destacan los relacionados con la creación literaria. Es éste un asunto habitual en los libros de minificción y Berti lo incorpora muy acertadamente a su catálogo de rarezas desde distintas perspectivas. Así, en “Los libros por venir” se sueña con una biblioteca en la que los libros sólo apuntan un posible argumento para que alguien lo complete; en “Bovary” se utilizan todas las palabras del clásico de Flaubert para crear una nueva obra; mientras que en “Un arco equívoco” un traductor crea un libro eligiendo otra acepción, y no la lógica, de poemas o relatos en otros idiomas.

Termina el libro de Berti con una sección titulada “Ramonerías” y que mezcla greguerías, aforismos e incluso algún haiku. Son textos aún más concisos que los microrrelatos y que se mueven entre las definiciones imposibles: “Un sonámbulo: un paseador de sueños”; los juegos de palabras: “Los ateos rezan el padrevuestro”; y la paradoja: “Un amor propio no correspondido”. Entre los dos centenares de “Ramonerías”, encontramos esporádicamente, al igual que entre los microrrelatos, textos que demuestran la maestría de Berti en las distancias cortas.

lunes, 6 de octubre de 2014

Open - Andre Agassi



Open (memorias), Andre Agassi, Duomo, 2014, 475 págs. 19€.

Tienen las autobiografías una tendencia hacia lo falaz. La mentira suele ser común cuando alguien recuerda en un libro su vida. En algunos casos se trata de episodios inventados que jamás ocurrieron; en otras ocasiones son meros olvidos que, con el paso de los años, el autor se ve obligado a cambiar por la siempre efectiva ficción. Este carácter mentiroso implícito en el género se acentúa en el caso de los personajes famosos que deciden contar su vida en las páginas del libro. Por todo ello accedí a Open, las memorias de Andre Agassi que acaban de publicarse en España, con bastantes recelos y con cierta curiosidad. Este último sentimiento no estaba provocado tanto por mi interés por las intimidades del tenista estadounidense sino por el hecho de que escritores como Alessandro Baricco o Jesús Carrasco aseguraran que Open era un buen libro.
Tras leerlo puedo afirmar que estoy de acuerdo con estas opiniones, mediatizadas seguramente por intereses editoriales, y que se trata de una obra que se lee con interés y, en algunos momentos, con voracidad. Agassi repasa su vida desde su infancia hasta su retirada del mundo del tenis sin ahorrarse momentos íntimos y dolorosos. Como en toda buena autobiografía que se precie, en Open hay páginas confesionales; el deportista reconoce que consumió drogas y que mintió a las autoridades tenísticas para evitar una condena por dopaje. También se empeña en asegurar que siempre ha odiado el tenis. Este sentimiento se convierte en un mantra que repite durante todo el libro y que se explica por la dureza de sus entrenamientos infantiles. Los capítulos sobre sus primeros años son, como casi siempre en este tipo de libros, los más jugosos; su padre es descrito como un personaje agresivo y obsesionado en convertir a su hijo pequeño en un campeón.  Esta meta le llevará a entrenarlo hasta la extenuación, a escatimarle cualquier muestra de cariño que pudiera ablandarlo e incluso a apostar (viven en Las Vegas) una gran cantidad de dinero en partidos en el que un Andre aún en categoría alevín se enfrenta a adultos.
Aprovecha Agassi el formato del libro para ajustar cuentas con la prensa, con las marcas publicitarias, que hicieron de él un icono mediático de los noventa, e incluso con su primera esposa, la actriz Brooke Shields, a la que se retrata como una frívola más preocupada por  alternar con actores famosos que en escuchar las cuitas de su atribulado marido. Éste se presenta a sí mismo como una persona introspectiva, agobiada por su odio al tenis y por su imagen de rebelde, que se apoya en sus colaboradores (entrenador, preparador físico, agente) para superar las distintas crisis que vive durante su carrera. Finalmente encontrará un apoyo definitivo en la alemana Steffi Graf, madre de sus hijos y antagonista de Shields. Aunque no es un libro sólo sobre tenis, los aficionados encontrarán numerosas referencias a partidos, entrenamientos y opiniones sobre rivales, especialmente sobre Pete Sampras, del que se muestra siempre distante por lo radicalmente diferente de sus personalidades.
Sólo al final del libro, en los agradecimientos,  reconoce Agassi lo que sospechamos desde el principio: que en la confección de Open ha sido ayudado por un escritor profesional, el premio Pulitzer J. R. Moehringer. Esta confesión no nos sorprende porque la mentira es un pecado venial cuando se trata de escribir tus memorias. 

Reseña publicada en El Noroeste.

miércoles, 24 de septiembre de 2014

Intemperie - Jesús Carrasco



Intemperie, Jesús Carrasco, Seix Barral, 2013, 211 págs., 16,50€.


Entronca Intemperie de Jesús Carrasco con una corriente literaria un tanto denostada por las nuevas generaciones de narradores: el tremendismo. El máximo representante de este tipo de novelas que se desarrolló en la España de la Posguerra fue Camilo José Cela, un autor despreciado y casi olvidado hoy en día. No se sabe si es porque sus obras han envejecido mal o por la polémica personalidad del narrador gallego, pero sus libros son hoy poco leídos y, salvo en las clases de Literatura, menos comentados. Sin embargo, el pasado año 2013 apareció esta estupenda opera prima de Jesús Carrasco que recuerda en varios aspectos a la obra cumbre del tremendismo: La familia de Pascual Duarte.
La novela se desarrolla en un territorio sin nombre, pero cuyos paisajes y el origen del autor podrían llevarnos a situarla en una Extremadura asolada por la sequía. La violencia latente, la pobreza del protagonista y la desigualdad de clases también la acercarían a la novela de Cela y a otra obra posterior con la que también se la ha relacionado con acierto: Los santos inocentes de Miguel Delibes. En esta osada comparación  con dos de los narradores más influyentes de la España del siglo XX, un escritor novel como Carrasco sale indemne gracias a la fuerza narrativa de Intemperie.
Se inicia la obra con la huída del niño protagonista del pueblo en el que vive con su familia en medio de una llanura asolada por la sequía. Pronto, y por sutiles referencias del narrador, descubrimos que el motivo de que el pequeño haya abandonado su hogar son los abusos que ha sufrido por parte del alguacil de la localidad. La figura de este despiadado y tiránico personaje se erige como el mal personificado del que el niño ha de huir durante toda la novela. En su escapada bajo el implacable sol de un llano de ecos rulfianos, el niño se topará con un solitario y taciturno pastor  al que no sabrá si considerar un aliado o como uno más de los esbirros del alguacil.
Este sencillo y duro argumento se convierte en la las manos de Jesús Carrasco en una novela de altura, llamada a convertirse en un clásico contemporáneo. Lo consigue, en primer lugar, con una prosa precisa y a veces poética, cargada de símiles, metáforas y con un léxico repleto de palabras propias del campo que muchos lectores tendrán dificultades para entender. También es muy efectivo para que Intemperie se convierta en una gran novela, el hecho de que no haya ningún nombre propio en toda la novela. Ni los personajes, ni los espacios están definidos más que por sustantivos como “el pastor”, “el llano”, “el Norte”, que contribuyen a configurar un territorio mítico y atemporal en el que la desolación campa a sus anchas.

Temas como las relaciones familiares, la pobreza, los abusos a menores, la soledad y, sobre todo, la violencia, recorren una novela dura en la que el lector apenas tiene respiro mientras se suceden los terribles contratiempos que sufre el protagonista. Su conciencia de niño se ha visto endurecida por los abusos del alguacil y la incomprensión de su propia familia, empujándolo a esa desesperada huida que lo hará, a lo largo de las páginas de esta gran novela, madurar de manera abrupta y traumática.

(Reseña publicada en el periódico El Noroeste).

sábado, 13 de septiembre de 2014

Los siete años de abundancia - Etgar Keret


Los siete años de abundancia, Etgar Keret, Siruela, 2014, 157 págs., 16€.

Hay algunos países que están marcados para todos nosotros con unas connotaciones muy negativas. Por ejemplo, Israel y Palestina nos remiten irremediablemente a pensar en guerras, atentados y muertes. Sin embargo, a veces los periodistas nos muestran un pedazo de la vida cotidiana en esta zona del mundo y nos sorprende que sus habitantes tengan una vida parecida a la nuestra. Los jóvenes israelíes aparecen ante la cámara despreocupados en las playas de Tel Aviv y las mujeres palestinas pasean por un mercadillo en busca de la mejor ganga. Esta extraña pero lógica cotidianidad en un conflicto tan largo es la que aparece en el último libro de Etgar Keret publicado en España: Los siete años de abundancia.
Keret es seguramente el escritor actual en lengua hebrea más conocido en todo el mundo. Sus obras han sido traducidas a numerosos idiomas y su importancia dentro de la Literatura contemporánea está fuera de toda duda, como muestran el éxito de sus libros y las invitaciones a hablar sobre su obra que recibe de medio mundo. Pero Keret es, junto a todo ello, un israelí que vive en Tel Aviv con su familia y que tiene que lidiar, como todos sus compatriotas, con los ataques terroristas, con las atrocidades de su ejército en Palestina y con el rechazo de gran parte de la comunidad internacional, especialmente de los países musulmanes. Esta tensa situación está presente en Los siete años de abundancia, pero, acertadamente, no lo protagonizan. Las alertas por los lanzamientos de cohetes, el odio hacia la política exterior israelí y el antisemitismo son tratados por el autor con bastante distancia y, a veces, incluso utilizando el humor negro. Porque lo que narra Keret en los fragmentos que componen su obra es algo mucho más importante: los avatares que sufre su existencia durante los siete primeros años de vida de su hijo Lev.
La familia es el tema principal de los treinta y cinco textos breves, que se mueven entre el artículo y el relato autobiográfico, que componen el libro. Además de la peculiar y divertida educación del primogénito, aparecen las relaciones del narrador con su mujer, sus padres, sus amigos y sus vecinos. En todos ellos se ven las peculiaridades de la vida israelí, especialmente en el fragmento dedicado a su hermana, que comienza con esta impactante frase: “Hace diecinueve años, en un pequeño salón de bodas en Bnei Brak, mi hermana mayor murió y ahora vive en el barrio más ortodoxo de Jerusalén” (pág. 81). A continuación se nos cuenta su transformación de una chica normal despreocupada a una madre de familia numerosa que vive según la interpretación más estricta de la religión judía. El contraste con la vida de su hermano Etgar, un escritor y profesor cosmopolita que ni siquiera se ha casado oficialmente, protagonizan uno de los fragmentos más originales e interesantes del libro.
Posee este escritor israelí una gran habilidad a la hora de narrar anécdotas familiares, historias de su juventud o malentendidos en sus habituales viajes al extranjero para participar en encuentros literarios. En todas estas narraciones hace un gran manejo de la ironía, que le permite tratar con humor las situaciones más graves, como cuando tiene que proteger a su hijo de un posible bombardeo, y con seriedad las situaciones hilarantes que vive.

(Reseña publicada en El Noroeste el 4 de septiembre de 2014)

miércoles, 25 de junio de 2014

Viaje con Clara por Alemania - Fernando Aramburu



Viaje con Clara por Alemania, Fernando Aramburu, Tusquets, 2010, 463 págs., 10€.

La exposición pública que en la actualidad sufren la mayoría de los escritores provoca que conozcamos mucho más de su vida cotidiana que hace años. Por ello, los lectores más curiosos solemos establecer relaciones entre la vida de los autores y sus novelas. En el caso de esta novela de Fernando Aramburu, esta relación entre su biografía y la obra de ficción que escribió hace unos años, la "autoficción" la llaman los teóricos, parecía estar clara. 

Y es que Viaje con Clara por Alemania relata la experiencia de un español que lleva muchos años viviendo en el país teutón  que emprende un viaje con su mujer. La biografía de Aramburu, afincado en Alemania desde hace casi tres décadas, nos puede llevar a pensar que la novela relata experiencias personales, pero poco a poco nos vamos dando cuenta de que autor y narrador no son la misma persona. 

El narrador de la novela no es un escritor profesional y escribe los recuerdos del viaje para, en principio, su lectura privada. Es éste uno de los mejores puntos del libro, ya que nos ofrece una perspectiva muy íntima de las vivencias de la pareja, sin evitar las peleas . Además, se da la circunstancia de que Clara sí es escritora y se ha comprometido a escribir un libro sobre el viaje, lo que contrasta con la absoluta libertad y ausencia de presión que recae sobre el narrador. 

La novela cuenta, como el título indica, el viaje que realizan durante varios meses el narrador y Clara por varias ciudades y pueblos de Alemania. Sin embargo y, aunque están muy presentes, las referencias a los monumentos y museos del país germánico no interesan tanto al narrador en sus memorias como la gastronomía, el descanso y las relaciones personales. Estas son, finalmente, las protagonistas del libro, que dedica numerosas páginas a describir las frecuentes discusiones con su esposa. El carácter alemán y la inseguridad de ella contrasta con la causticidad y el espíritu burlón de él. 

En definitiva, una novela que más que como un retrato de la sociedad alemana funciona como una fiel e íntima descripción de la vida en pareja descrita siempre desde la ironía. 

lunes, 16 de junio de 2014

"Donde dejé mi alma" - Jérôme Ferrari



Donde dejé mi alma, Jérôme Ferrari, Demipage, 2010, 160 págs. 18€.


Escribir una novela sobre los sentimientos más profundos del ser humano es una tarea ardua y que, a menudo, acaba en el fracaso. O bien el resultado termina estando muy alejado del propósito inicial o bien se provoca el aburrimiento del lector ante la inacción de unos personajes “demasiado” profundos. Jérôme Ferrari ha sido capaz en Donde dejé mi alma de evitar ambos problemas y nos ofrece una historia sobre lo insondable del ser humano sin caer en la excesiva perífrasis. 

La historia que esta novela narra es la de dos perspectivas opuestas sobre la lealtad y la justicia. Por un lado estamos ante el idealista y altivo capitán Degorce, un militar francés que, tras pasar por dos campos de concentración en Alemania y Vietnam, dirige los interrogatorios a los rebeldes en la Argelia de los años cincuenta. Su antagonista es el teniente Andreani, que se siente traicionado por Degorce, al que idealizó, por el desprecio que siente hacia su odio hacia el enemigo. Este enemigo está representado por Tahar, un comandante (para Degorce) o un terrorista (para Andreani) del Ejército de Liberación Nacional argelino. Cuando Tahar es apresado, Degorce muestra simpatía por el terrorista ya que, al igual que él cuando entró en la Resistencia francesa contra los nazis, lucha por sus ideales. El capitán Degorce, sin embargo, no puede escapar a su deber y acaba entregando a Tahar a los hombres del frío Andreani, en cuyas mazmorras morirá.

El personaje de Tahar, que tiene una presencia secundaria en el libro, provoca que tanto Degorce como Andreani se cuestionen sus ideas y su pasado en el ejército. El capitán, alejado de su familia y harto de una lucha en la que no cree, sueña con la futura reconciliación con Tahar; cuando se da cuenta de que esto es imposible, se convierte en el más brutal de los interrogadores. Adreani, por su parte, reconoce su cariño hacia la figura altiva de su capitán, y que, gracias a la lealtad, mantiene pese al desprecio de Degorce. 

Estos sentimientos de los dos protagonistas, contrarios aparentemente pero cercanos en su espíritu, se nos presentan directamente mediante sus voces. Además del narrador omnisciente, Andreani y Degorce son los dos relatores de la novela y nos presentan las dos perspectivas distintas tanto en el tono como en la forma. Mientras que la lealtad marca los largos fragmentos en los que Andreani narra los hechos, tanto los ocurridos en Vietnam y en Argelia como los posteriores en Francia, la culpa es el leit motiv de las palabras de Degource, cuyas breves frases se intercalan en el relato del narrador omnisciente. 

Ambos militares protagonizan esta estupenda novela en la que no hay buenos y sí un único malo: el ser humano y sus estúpidas guerras.

miércoles, 28 de mayo de 2014

Modo linterna - Segio Chefjec


Modo linterna, Sergio Chefjec, Candaya, 2014, 215 págs., 16€. 

Afirmaba el narrador argentino Sergio Chefjec en la presentación de este libro en Murcia que él escribía los cuentos de una manera bastante similar a las novelas. Esta aseveración se ve confirmada con la lectura de los nueve cuentos que forman Modo linterna y que se podrían leer también como novelas en potencia o como fragmentos de las mismas.

Chefjec dinamita en la mayoría de estos relatos la estructura tradicional del cuento (presentación - nudo - desenlace), para ofrecer unas narraciones en las que la tensión no va aumentando ni se busca sorprender al narrador con giros inesperados. Estos cuentos tienden a la digresión y tienen su principal virtud en un estilo parsimonioso pero efectivo, en el que el adjetivo correcto es tanto o más importante que la originalidad de la trama. 

Otro elemento fundamental de los relatos de Chefjec es la relevancia que da a elementos que para otros narradores son secundarios, como, por ejemplo, los espacios. Son muy extensas las descripciones de lugares generales (un hotel, un edificio, un parque) y concretos (Manhattan, Buenos Aires, Caracas, París) que adquieren protagonismo en el cuento. En uno de ellos, la nieve y sus variadas formas de ser depositada sobre la superficie es el eje central del relato ("El seguidor de la nieve"). 

En cuanto a los temas que aborda Chefjec, y junto al citado del espacio, destacan los relacionados con la literatura. Son varios los encuentros entre escritores que sirven como escenario para los relatos y se citan tanto autores actuales (Vila-Matas) como otros más antiguos a los que se homenajea (Julio Cortázar, Juan José Saer). 

La lectura de estos relatos no es sencilla y su particular estilo puede no ser apto para todo el mundo, pero la narrativa de Chefjec, que aborda desde la lateralidad asuntos fundamentales de la sociedad actual, debe ser considerada como una de las más depuradas de entre los narradores contemporáneos en español. 

jueves, 15 de mayo de 2014

84, Charing Cross Road - Helene Hanff



84, Charing Cross Road, Helene Hanff, Anagrama, 1970, 122 págs.

La relación entre un lector y su librero habitual se puede convertir, si se dan las circunstancias, en un convivencia duradera llena de confianza y de conversaciones literarias. En el caso de Helene Hanff, esta relación desembocó en este precioso libro publicado en 1970: 84, Charing Cross Road. Lo peculiar de las compras de Hanff es que se producían a través de las cartas que integran esta obra.

Hanff era en 1949 una joven guionista que intentaba triunfar en el Nueva York de la posguerra y que no conseguía en las librerías cercanas los volúmenes que necesitaba para completar su educación autodidacta. Por ello, decide, ni corta ni perezosa, escribir un pedido a la librería Marks & Co., situada en Londres y especializada en libros de segunda mano. Lo que en principio iba a ser un intercambio meramente comercial se convierte, durante dos décadas, en una estrecha relación epistolar que acabará siendo publicada en esta obra. 

En este breve volumen encontramos cartas tanto de Helene como de los trabajadores de Marks & Co., firmadas casi en su totalidad por uno de ellos: Frank Doel. Las epístolas de Helene destacan por un estilo chispeante y desenfadado que contrasta con la seriedad y profesionalidad de Mr. Doel, el responsable de satisfacer los deseos lectores de su clienta americana. Los comentarios sobre libros de distintos tipos y épocas se suceden en las cartas, convirtiendo 84, Charing Cross Road, la dirección de la librería londinense, en un homenaje a la lectura. 

Pero las cartas pronto adquieren un carácter más personal y cercano y se abordan temas ajenos al principal. Helene se preocupa por las necesidades de los empleados de Marks & Co. y de sus familiares, mitigando el racionamiento al que se veían sometidos con el envío de comida. Los ingleses, por su parte, la animan a que viaje hasta Londres y pueda visitar la librería y a todos ellos. Sin embargo, esta deseada visita se irá demorando como comprobamos en el libro. 

Este 84, Charing Cross es un pequeño y sencillo alegato por la amistad, surgida por el interés común por la Literatura.  

miércoles, 7 de mayo de 2014

"Otra Europa" - Czeslaw Milosz



Otra Europa, Czeslaw Milosz, Tusquets, 344 págs., 1958, 9€.

En muchas ocasiones, para entender mejor situaciones políticas internacionales que se dan en la actualidad los expertos recomiendan consultar las raíces más profundas de la Historia. Por ejemplo, en conflictos actuales como el de Ucrania, los sentimientos nacionales de cada zona del país pueden parecer espúreos para los orientales. Por eso, libros como Otra Europa del Premio Nobel Czeslaw Milosz nos ayudan a comprender mejor las relaciones entre los países de del Este del continente. 

Esta obra se estructura como una autobiografía en la que el poeta polaco repasa los acontecimientos más importantes de sus primeros cuarenta años de vida. Sin embargo, y como el título anuncia, el libro es también un ensayo sobre esa "otra Europa" a la que desde Francia, Alemania o España se le da la espalda tan a menudo: la Europa del Este. A lo largo del libro conocemos mejor las diferencias entre las idiosincrasias de naciones como Polonia, Lituania o Rusia. 

La convulsa biografía de Milosz es una muestra de los vaivenes que sufrieron los habitantes de esta zona de Europa en la primera mitad del siglo XX. Sirva como ejemplo que Vilna, la ciudad en la que pasó gran parte de su infancia y juventud, pertenece, sucesivamente, a Rusia, Lituania y Polonia. Milosz, nacido en la actual Lituania, se siente polaco por motivos lingüísticos y familiares y acaba instalándose en Varsovia durante la Segunda Guerra Mundial. 

En el libro se mezclan los momentos más personales (su educación en un colegio católico, la publicación de sus primeros poemas, su relación con su tío Oscar Milosz y con su mentor, apodado "El Tigre")) con las terribles experiencias que tiene que vivir. Contadas casi siempre desde cierto alejamiento, Milosz narra sus experiencias ante la Primera Guerra Mundial, siendo aún un niño, el auge del nazismo, la Segunda Guerra Mundial, la Varsovia ocupada por los nazis,  el Holocausto y el Stalinismo. Es, por lo tanto, un testigo de primer orden de la Historia de Europa Oriental. 

Además, no debemos olvidar que Milosz es un poeta y que como tal deja su impronta en el estilo del libro, que tanto en los pasajes más reflexivos como en los que narran sucesos de acción (su primer viaje por Europa siendo un veinteañero, su traslado furtivo de Vilna a Varsovia durante la Guerra) muestra un alta calidad literaria. 

domingo, 27 de abril de 2014

"La vida singular de Albert Nobbs" - George Moore



La vida singular de Albert Nobbs, George Moore, Funambulista, 133 págs., 1918, 10€.

Hoy en día existen numerosas películas  y libros sobre el travestismo, pero encontrar una obra sobre identidades de género a principios del siglo XX no deja de ser una rareza adelantada a su tiempo. Este es el tema principal de esta novela traducida y comentada por Gonzalo Gómez Montoro. 

La historia, narrada por un personaje del que poco sabemos a un joven, cuenta la peculiar peripecia vital de Albert Nobbs: una mujer huérfana que, tras perder a su aya, se ve obligada a vestirse de hombre para trabajar de camarero. Desde ese momento, la mujer, de la que nunca sabemos el nombre, se convierte en Albert y vive disfrazada el resto de los días. 

Esta inverosímil circunstancia le permite al irlandés George Moore tratar temas que eran tabú en la época: el travestismo, la homosexualidad, la emancipación de la mujer. Lo hace creando a un personaje, Albert Nobbs sobre el que gira esta breve novela y que es, sin duda, su mayor logro. 

El segundo giro en la vida del protagonista, que trabaja desde hace años en un hotel de Dublín, llegará cuando un pintor llamado Hubert, que resulta ser otra mujer vestida de hombre, descubra su secreto. La narración de su vida junto a una chica, formando un matrimonio falso pero que prefigura varias décadas el matrimonio homosexual, cambiará la vida de Albert. Él (o ella, mejor dicho) cree que es posible convencer a alguna de las jóvenes que trabajan en el hotel para que, movida por el dinero que Albert ha podido ahorrar, se decida a fingir un matrimonio. 

Es en este momento cuando aparece lo mejor de la novela, que se centra en los sentimientos del protagonista, que van de la soledad al miedo a ser descubierta y al deseo de revelar a alguien su verdadero sexo. La profundidad y actualidad de estas reflexiones convierten el libro en una pequeña joya digna de ser leída. 

lunes, 21 de abril de 2014

"El absurdo fin de la realidad" - Pedro Pujante




El absurdo fin de la realidad, Pedro Pujante, Ediciones Irreverentes, 126 págs., 2013.

Del narrador murciano Pedro Pujante había podido leer hasta la fecha varios cuentos, como los que se incluían en su libro Espejos y otras orillas. En ellos, Pujante hacía patente su devoción por los maestros del género, Borges o Kafka por ejemplo, y su buen pulso narrativo. En El absurdo fin de la realidad encontramos también esos rasgos en una obra con la que el autor logra una buena nota en su estreno como novelista. 

El relato nos presenta a un escritor, narrador único de la obra, que tiene que crear un discurso ante la inminente llegada a su pueblo, Orentes, de unos extraterrestres. En la primera parte de la obra la trama apenas avanza y el narrador se detiene en reflexiones personales o literarias. Sólo al final los hechos se desencadenan, entrando en el terreno de la ciencia ficción por medio de saltos en el tiempo y en el espacio, hasta llegar a un final sorprendente. 

Quizás sea esa primera parte la menos atractiva, especialmente para lectores poco interesados en la Literatura, por las numerosas referencias  a escritores y obras y por las citas (reales o inventadas, en claro guiño borgeano) que aparecen al comienzo de todos los capítulos. 

Por el contrario, lo más logrado de esta primera novela de Pedro Pujante resultan los sucesos protagonizados por los pintorescos personajes de Orentes. Crea el autor un pueblo bastante peculiar, situado en un lugar indeterminado de la costa murciana, en el que habitan paisanos que no desentonarían en Amanece que no es poco

Podemos definir El absurdo fin de la realidad como un debut notable en el que la ironía del narrador y las constantes referencias literarias son tan importantes como la historia que se cuenta. 

lunes, 7 de abril de 2014

"Los vivos y los muertos" - Edmundo Paz Soldán



Los vivos y los muertos, Edmundo Paz Soldán, Alfaguara, 204 págs., 2009, 15€.

Los autores latinoamericanos afincados en Estados Unidos suelen centrar sus obras en las vicisitudes de los millones de latinos que habitan este país. Algunos, como Junot Díaz, han logrado retratar muy bien ese choque de culturas en sus novelas. Edmundo Pazo Soldán, boliviano residente en Estados Unidos desde principios de los noventa, huye de los tópicos asociados a los latinos y retrata en esta perturbadora novela a la sociedad yanqui. 

Los vivos y los muertos narra una serie de muertes y asesinatos que ocurren durante varios meses en la tranquila y tediosa localidad de Madison. Sobre esta ciudad inventada, situada por el autor en el interior del estado de Nueva York, cae una especie de maldición que afecta a los adolescentes, víctimas a lo largo de la novela de una serie de accidentes, suicidios, asesinatos pasionales, violaciones, etc. 

El argumento, tomado parcialmente de unas muertes reales ocurridas en la ciudad de Dryden, nos muestra a una sociedad enferma en la que los adolescentes tienen que bregar con la incomprensión o la lascivia de los adultos y con el sino de la desgracia. Paz Soldán huye de los tópicos y nos presenta a chicos populares, deportistas o cheerleaders, con inquietudes y pensamientos profundos. 

Uno de los aciertos de la novela es su carácter polifónico. Los hechos nos son presentados en capítulos breves por distintos personajes que se convierten durante unas páginas en narradores en primera persona que ofrecen su perspectiva de las muertes que asolan Madison. Entre estos narradores no sólo están los adolescentes, sino también algunos adultos y Junior, un niño que ofrece su particular punto de vista de los sucesos. 

En Los vivos y los muertos Paz Soldán nos ofrece una gran novela a partir de una inquietante trama y de una estructura perfectamente construida. 

lunes, 31 de marzo de 2014

"Aire de Dylan" - Enrique Vila-Matas


Aire de Dylan, Enrique Vila-Matas, Seix Barral, 325 págs., 2012, 9€.

Como ocurre con una película o un disco, comenzar la lectura de una novela con altas expectativas no suele ser bueno. Por muy bueno que sea el libro, siempre te dejará un poso de desilusión. Esto es lo que me ha ocurrido con la lectura de Aire de Dylan, el penúltimo libro de Enrique Vila-Matas, en el que el autor barcelonés no alcanza la excelencia de libros precedentes. 

A pesar de ello, se trata de una buena novela, que trata algunos de los temas habituales en la literatura de Vila-Matas y en la que encontramos varias referencias culturales que hace más interesante la lectura de una trama que a veces se embrolla y no termina de avanzar como el lector quisiera. 

Aire de Dylan está protagonizado por el Vilnius, un joven cineasta obsesionado con el tema del fracaso y que vive bajo la influencia de su malvada madre y del recuerdo de su padre recientemente fallecido, un famoso escritor que lo despreciaba y cuya biografía quiere reconstruir. El narrador que relata la historia de Vilnius y su familia es un escritor, trasunto del propio Vila-Matas, que tras decidir dejar la escritura se siente atraído por las idas y venidas del joven. 

A partir de ahí, la novela introduce algunos elementos habituales en la narrativa de este autor: la relación entre ficción y realidad, lo autobiográfico, la inacción como decisión vital. A ello se unen referencias a Scott Fitzgerald, a Bob Dylan y, sobre todo, a Hamlet. El argumento de la obra de Shakespeare se repite parcialmente en esta tragedia familiar protagonizada por una familia barcelonesa. 

Tras un buen inicio, Vilnius da una conferencia sobre el fracaso con la que pretende fracasar, la novela tiene varios altibajos pero consigue volver a atraer la atención del lector  con un gran final.  

jueves, 27 de marzo de 2014

"Wilt" - Tom Sharpe


Wilt, Tom Sharpe, Anagrama, 256 págs., 1976, 10€.

Dicen que hacer reír es más difícil que hacer llorar. Si esta máxima se suele cumplir cuando se habla de teatro, cuando estamos ante una novela que pretende hacer que esbocemos una sonrisa la tarea parece aún más titánica. Sin embargo, Tom Sharpe lo consiguió (y sigue haciéndolo) con su novela Wilt

Está obra, publicada hace casi cuatro décadas, es la primera de la serie que este narrador británico dedicó a un personaje llamado Henry Wilt. Esta es la gran creación de la novela y sobre el que recaen la mayoría de los momentos humorísticos. 

Wilt es un profesor de mediana edad que se ha convertido en un perdedor tanto en el mundo laboral como en el personal. Pasa los días entre el aburrimiento que le provocan sus abúlicos alumnos y su peculiar esposa. Harto de todo, decide ensayar el asesinato de su mujer con una muñeca hinchable, dando lugar a una serie de descacharrantes equívocos que sacudirán su rutinaria existencia. 

A partir de ahí se suceden los momentos cómicos en los que no faltan las ácidas críticas a la sociedad inglesa de la época, especialmente a la familia, la educación y a las relaciones sexuales. Paradójicamente, Wilt alcanzará finalmente la dignidad cuando asume lo que le ocurre y acepta con estoicismo los reveses. 

Una divertida y satírica novela con humor que sigue vigente 38 años después de su publicación.