martes, 13 de marzo de 2018

Oriente Medio, Oriente roto - Mikel Ayestarán



Oriente Medio, Oriente roto, Mikel Ayestarán, 17€, Península, 2017, 302 págs.

Muchos de los que hemos estudiado Periodismo hemos fantaseado alguna vez con ser corresponsales de guerra. Esa imagen clásica y romántica del reportero que se jugaba el tipo en contiendas lejanas para poder mandar una crónica desde primera línea de frente atrajo la febril imaginación de muchos jóvenes periodistas. Sin embargo, con el paso del tiempo, la mayoría hemos acabado en cómodas redacciones o en otros trabajos diferentes; sólo unos pocos, entre los que se encuentra Mikel Ayestarán, el autor de este libro, consiguieron llevar a cabo ese sueño que, como comprobamos en este Oriente Medio, Oriente roto, muy poco tiene que ver con lo imaginado.
Y es que en pleno siglo XXI, tanto el periodismo como las guerras han cambiado mucho con respecto a esa época dorada del reporterismo bélico que se vivió hace ya varias décadas. Tal y como refleja el periodista vasco, la atención de los medios de comunicación occidentales hacia las guerras que asolan con tanta frecuencia Oriente Medio, el espacio geográfico en el que se ha especializado Ayestarán, fluctúa rápidamente. Lo que hoy es portada, en unas semanas apenas tendrá espacio en informativos y periódicos, por lo que el reportero debe acostumbrarse a visitar numerosos lugares en guerra en poco tiempo.
Un episodio del libro que muestra cómo la actualidad manda la vive el autor en Saná, la capital de Yemen. Mientras cubre las protestas que se viven en este convulso país, Ayestarán recibe una llamada desde la redacción de su periódico que le informa de la muerte de Bin Laden y le conmina a viajar a la ciudad pakistaní donde ha sido asesinado por tropas de élite nortemericanas. El periodista guipuzcoano cuenta esas gestiones que nunca aparecen en las crónicas y que lo llevan a aporrear, literalmente, la puerta de la embajada pakistaní en Saná para hacerse con un visado que le permita cubrir la candente noticia.
Ayestarán organiza el libro geográfica y cronológicamente, de tal forma que cada capítulo resume su cobertura de distintas guerras o crisis políticas en países como Afganistán, Túnez, Egipto, Georgia, Siria o Líbano. Así, las grandes contiendas internacionales se mezclan con otras guerras menos conocidas y con los estallidos de la llamada Primavera Árabe, que el periodista vasco sigue con cercanía y conocimiento. En cada capítulo se cuenta brevemente la historia reciente del país, para, a continuación ofrecer episodios concretos y declaraciones de los protagonistas en las revueltas o de miembros de esa población civil tan vulnerable a estos avatares. A veces, la narración posee una gran tensión, como el relato de la emboscada de la que escapa por los pelos en Siria, mientras que otras la emoción de lo relatado embarga al reportero, como el bebé que es engullido por la multitud de refugiados que invade un tren en Macedonia.
La propia naturaleza fragmentaria del libro y su ordenación cronológica hace que el lector acabe algunos capítulos, especialmente aquellos que narran sucesos más alejados en el tiempo, con ganas de saber más. Sin embargo, Ayestarán consigue con este entretenido libro un doble objetivo: informarnos sobre la última década de conflictos políticos y bélicos en Oriente Medio y dar a conocer las interioridades de  la profesión de reportero de guerra, desterrando muchos de los tópicos que se le asocian.


domingo, 4 de marzo de 2018

Un paseo por la desgracia ajena - Javier Moreno




Un paseo por la desgracia ajena, Javier Moreno, Salto de Página, 2017, 170 págs., 16€.

Una pareja en traje de baño aparece haciéndose un selfie en la ilustración de portada de Un paseo por la desgracia ajena de Javier Moreno. La parte superior de esta imagen nos muestra una situación divertida y desenfadada que es habitual en nuestras playas verano tras verano: gente disfrutando de su periodo de vacaciones y haciéndose fotos para compartir el momento posteriormente con sus amigos. Sin embargo, en la sección inferior la escena adquiere un carácter alarmante al mostrarnos a la barca en la que está la pareja hundiéndose y, sobre todo, la amenazante silueta de un tiburón que se dirige hacia ellos.
Esta portada funciona como una perfecta metáfora de los relatos que componen este nuevo libro de este autor murciano afincado en Madrid. Moreno nos muestra la podredumbre que se esconde tras la fachada lustrosa de las casas de la burguesía. A lo largo de las páginas del libro vamos conociendo, como voyeurs que observan sin ser vistos las intimidades de las familias de su vecindario, comportamientos que se alejan de la imagen idealizada que queremos dar en las fotos que subimos a las redes sociales. Los diecisiete relatos de este soberbio libro acaban configurando ese paseo por la desgracia de esos otros, que son tan parecidos a nosotros mismos aunque nos resistamos a aceptarlo, que el título anuncia.
El volumen comienza con cuatro relatos que no dan respiro al lector y que anticipan el altísimo nivel que vamos encontrar a lo largo de todo el libro. En ellos aparecen familias que muestran una imagen externa ideal pero que esconden secretos, resquemores y traumas difíciles de superar. En este primer grupo de relatos destaca “La criada”, una brutal sátira que pone a la burguesía frente al espejo de sus propias contradicciones. El tono se hace mucho más liviano en las dos siguientes narraciones: “El coche fúnebre”, texto en el que la presión que puede llegar a ejercer un padre sobre un hijo se mezcla con el humor negro, y “El sueño más dulce”, donde el protagonista sufre un irónico castigo por su gula.
Las novedosas dinámicas que establecen en las relaciones sociales las nuevas tecnologías están en la base de tres de los relatos del conjunto. En “Phoenix” una web permite recibir mensajes póstumos de los muertos; en “ELLO” todas las decisiones están mediatizadas por esta aplicación; mientras que en “Selfie-vamps” se lleva al extremo la moda de la autofoto. Uno de los personajes de este cuento reaparece en “D.J”, relato que desarrolla un tema, los límites de la publicidad moderna, que ya aparecía en la última novela de Javier Moreno.
La aburrida vida de los matrimonios burgueses protagoniza “Reyes magos”, que confronta las atildadas conversaciones entre un grupo de padres con la brutalidad de las relaciones de sus hijos, y “Dos parejas”, sobre las consecuencias de un intercambio sexual entre dos matrimonios amigos. “En busca del fuego” y “El discurso del método” comparten escenario, el centro de Madrid, y protagonistas que desentonan con el entorno, un finlandés puesto de setas y un hombre que actúa como estatua humana respectivamente.
Con estos cuentos Moreno se aleja de esa narrativa un tanto críptica que encontrábamos en sus novelas Alma (2011) y 2020 (2013) y apuesta por la sátira social que ya hallábamos en Acontecimiento (2015) en un libro que lo confirma como uno de los mejores escritores de su generación.  

Reseña publicada en El Noroeste.