Una noche con Sabrina Love, Pedro Mairal, Libros del Asteroide, 2018, 151 págs., 17€.
Pedro Mairal tuvo un improbable éxito en España con su última novela: La uruguaya (2016). Pocos podían pensar que una obra escrita por un autor argentino casi desconocido y publicado por una editorial independiente se iba a convertir en un pequeño fenómeno gracias al boca a boca de un grupo cada vez más nutrido de lectores. Sin embargo, el desparpajo y la agilidad de aquella obra ha permitido esta reedición de la ópera prima narrativa de Mairal: Una noche con Sabrina Love.
Publicada originalmente en 1998, esta novela convirtió a un joven poeta en un autor de éxito gracias al Premio Clarín y a la adaptación cinematográfica que unos años después protagonizó Cecilia Roth. El huracán mediático que sufrió Mairal durante aquellos días es relatado por el propio autor en el prólogo de esta edición con la gracia e ironía habitual en su prosa. Se trata de un texto que casi por sí mismo justifica la decisión de Libros del Asteroide de rescatar una novela que se puede entender, en algunos aspectos, como una precuela de La uruguaya, ya que ambos comparten elementos como el viaje, el protagonista masculino y la presencia de dos mujeres casi contradictorias.
Una noche con Sabrina Love se ha definido a menudo como una especie de road movie argentina, algo cierto, ya que la primera parte del libro relata la odisea que vive Daniel, el adolescente protagonista de la obra, para poder llegar hasta Buenos Aires desde la provinciana ciudad del norte del país en la que habita. Sin embargo, creo que la novela se ajusta más al Bildungsroman, género literario que se centra en el proceso de aprendizaje de un joven. Y es que a lo largo de la historia, que no se alarga más allá de unos pocos días en la vida de este joven huérfano y obsesionado con el sexo, Martín sale por primera vez a la vida y conoce, tanto en la carretera como en la capital, a un grupo variado de mujeres y hombres que le van enseñando su forma de entender el mundo en conversaciones en las que el protagonista suele escuchar más que hablar.
El libro tiene un planteamiento inicial sorprendente y un tanto delirante: Martín gana un sorteo televisivo que le permitirá pasar una noche con la actriz porno del momento: Sabrina Love. Pero para poder hacer realidad esta fantasía, el joven tendrá que solventar varias dificultades que irán jalonando su camino. La primera y más importante es poder llegar a Buenos Aires a tiempo para recibir su premio a pesar de las inundaciones que han aislado su ciudad natal y de los escasos recursos económicos del joven. Además, Daniel tendrá que enfrentarse a sus inseguridades y miedos ante la noche con Sabrina, ya que será su primera experiencia sexual.
La narración posee la agilidad que ya encontrábamos en La uruguaya, aunque aquí en ocasiones se eche en falta cierto reposo al sucederse de manera vertiginosa las escenas. También destaca por la ternura con la que se retrata a Daniel, que, a pesar de momentos tan duros como algunos ataques en la ruta y el recuerdo vívido de la muerte de sus padres en un accidente de tráfico, consigue sobreponerse gracias a esa inocencia que acaba incluso siendo su mayor atractivo para las mujeres que conoce y para los lectores.
Reseña publicada en El Noroeste:
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