Hasta que empiece a brillar, Andrés Neuman.
Las biografías encarnan un género bastante encorsetado en el que la fluidez narrativa se supedita (o así debería ser) a la narración veraz de la vida del protagonista. Si bien son numerosos los ejemplos sublimes de este tipo de libros, creo que suele ser más atractivo para el lector cuando el biógrafo se quita los grilletes del dato, el hecho y la fecha y opta por una narración (digamos) más elusiva o, incluso, ficcional. Seguramente, en estos casos, estemos ya ante novelas propiamente dichas aunque, opino, que la ficción al tratar hechos reales de personas ajenas al autor (la autoficción es otro cantar) debe limitarse a lo accesorio y ser escrupuloso en relación a las ideas o a elementos claves en la vida del personaje en cuestión. Creo que Andrés Neuman ha conseguido esto último con su libro sobre María Moliner, no he leído polémicas sobre falsas atribuciones como suelen aflorar en el caso en el que el biógrafo se sobrelimita, y nos ofrece una de las novelas biográficas más excelsas de los últimos años.
A la excelencia de ‘Hasta que empiece a brillar’ ha contribuido decisivamente y tal como es lógico la pericia del autor, más adelante abundaré en ello, pero la propia vida de la biografiada ya merecía de por sí el clásico calificativo “de novela”. Y es que desde su propia educación en la Institución Libre de Enseñanza en Madrid, su juventud en Zaragoza, en cuya universidad se convertirá en una de las pocas licenciadas de la época, hasta su importante papel en las Misiones Pedagógicas, organizando la creación de bibliotecas públicas desde Valencia, Moliner destacó en campos en los que una mujer tenía difícil acceder y casi imposible brillar. Este lugar relevante en la sociedad española a través de la cultura y el conocimiento tocó cima con la creación, de manera casi artesanal y casera, de su famoso diccionario. Es significativo que lo logre cuando las condiciones eran más adversas, tanto ella como su marido habían sufrido la represión del Franquismo por sus ideas, y bastante simbólico que consiga convertirse en una estrella mediática desde el único espacio que el Régimen le dejaba: su casa.
Esta vida fascinante es el valioso material biográfico del que se vale Andrés Neuman para crear la novela que es ‘Hasta que empiece a brillar’. Pero el autor hispanoargentino no se conforma con la narración de los hechos de la vida de Moliner y aporta una enorme viveza al retrato íntimo de la filóloga y de su familia. Además, en la parte en la que la intelectual aragonesa está creando su diccionario, jalona la narración con algunas de las entradas más significativas (siguiendo el orden alfabético como hacen este tipo de libros) que mezcla con las reflexiones sobre sus significados y sus diferencias con el diccionario de la Academia de la protagonista (que no debemos confundir aquí con la persona). Muy meritorias son también otras decisiones como el uso del lenguaje en los últimos capítulos (en los que Moliner va perdiendo la memoria) y la elección de una conversación clave con Dámaso Alonso como eje estructurador del libro.
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