Enlaces

lunes, 20 de agosto de 2018

Temporada de huracanes - Fernanda Melchor




Temporada de huracanes, Fernanda Melchor, Random House,  2017, 224 págs., 17€.

Existen muchas formas de narrar un asesinato en una novela. El autor puede centrarse en la víctima y ofrecer su punto de vista hasta que fallece. También puede optar por lo contrario y relatar lo sucedido desde el punto de vista del asesino. Una opción muy habitual en la literatura es emplear la perspectiva del policía o detective que investiga lo sucedido; se trata de la estructura más habitual en la novela negra. Sin embargo, Fernanda Melchor opta en esta magnífica y cruda obra que es Temporada de huracanes por una opción diferente: darle la voz a varios personajes secundarios que fueron testigos o colaboradores en el homicidio.
A través de una narración enfebrecida, compuesta por oraciones extensísimas y carentes de puntos y aparte, el lector acompaña a cinco personajes cuya versión sobre el asesinato van introduciendo junto a las palabras del narrador mediante el estilo indirecto libre. Las dos únicas excepciones a esta forma de narrar tan absorbente son el primer capítulo, en el que se relata brevemente el descubrimiento del cadáver de la Bruja, y el último. Además, en el segundo la voz que se escucha parece ser colectiva y representa a los vecinos de la asesinada; en este capítulo se nos cuenta de manera sucinta la biografía de la Bruja, un personaje en cuya historia se mezcla lo real y lo legendario y que vive atrincherada en la casa que heredó, junto al apelativo y el trabajo de curandera, de su madre.
En los demás capítulos vamos descubriendo poco a poco más sobre la existencia de la víctima, la identidad del asesino y los motivos que le llevaron cometer el crimen. Además de todo lo que rodea al homicidio, a lo largo del libro vamos descubriendo la desolada realidad de los habitantes de La Matosa, el pueblo mexicano donde habitaba la Bruja, y de la cercana y también ficticia ciudad de Villa. Se trata de hombres y mujeres cuya vida está azotada por la violencia, la pobreza, la falta de expectativas y la desesperanza.
Se puede percibir una brecha entre la configuración de los personajes masculinos y los femeninos. Los hombres aparecen, en su mayoría, como unos vagos que dependen económicamente de las mujeres y que pasan su tiempo entre los burdeles, las cantinas y los catres en los que sudan sus resacas. Ellas, por el contrario, tienen mucha más fuerza de decisión y a pesar de que sufren la rémora de los hombres y, a menudo, su violencia, tienen claro su objetivo e intentan lograrlo con determinación.
Otro tema importante en Temporada de huracanes es el sexo, casi nunca asociado al amor y siempre descrito de manera descarnada. Así, encontramos un catálogo de comportamientos de distinto tipo que van de la zoofilia a la pederastia pasando por la masturbación compulsiva y la prostitución masculina y femenina. Además, los conflictos con la identidad sexual propia con los que conviven varios de los personajes tendrán mucha importancia en el asesinato de la Bruja.
Con su estilo descarnado y su temática brutal, Temporada de huracanes se convierte en una obra de referencia por su maestría a la hora de tratar sin ambages temas de gran dureza. 

Reseña publicada en El Noroeste.



No hay comentarios:

Publicar un comentario